27 septiembre 2017

"Soy fea. Soy gorda. Soy demasiado grande. No tendría otro modo de definirme. Si me lo preguntan, esas serían las primeras frases que vienen a mi mente. Lo que puedo asegurarle es que no soy una asesina. Soy fea, soy gorda, soy demasiado grande. Pero si se me concediesen unos instantes de sosiego, si pudiese resumir lo que ha sido mi vida tendría que matizar un poco."


Así empieza El baile de madame Kalalú de Juan Carlos Méndez Guédez, uno de los finalistas de esta edición del Premio Mandarache que, por supuesto, leeremos y comentaremos en este curso que empieza ¡ya!


Más información aquí: El baile de madame Kalalú



14 septiembre 2017

Buenos días,
Evidentemente esta publicación fue programada con antelación porque, como sabéis, hoy empieza el período de matriculación aquí en la Universidad Popular de Cartagena y no vamos a tener tiempo ni de respirar.
Menos mal que hace unos días nuestra amiga Pilar Galindo, del Bazar de Letras del Centro Cultural, nos envió un relato que nos recuerda lo mucho que nos gusta leer. Esperemos que lo disfrutéis.


Taller de Isabel 19-10-16 Accésit concurso Literaula 2017
Portada Botas de lluvia suecas.



Amanecer

La primera luz extingue la noche
La primera luz bosqueja
la silueta de un mundo dormido.
La primera luz trajo a Martina.


El hombre baja a la playa con la primera luz. Camina por el embarcadero hacia la claridad naciente, como si saliera al encuentro del día. Mira las olas que llegan hasta la orilla, la acarician y se marchan. No traen a nadie con ellas. Quizás mañana…

Es fotógrafo y le han encargado que capte el amanecer. La cámara gira en sus manos expertas, cambia de posición, sentado, tumbado, en pie. Quiere apresar muchas auroras, para que su jefe pueda escoger la más hermosa, la que pille desprevenido al día que balbucea. De pronto, una figura blanca se cuela en el objetivo de su cámara. La silueta se recorta contra un horizonte malva, Conforme avanza, se distingue un rostro de pómulos altos, ojos un poco separados de más, el pelo muy corto, del color de la paja, un resplandor azul bajo los párpados. El fotógrafo dispara su cámara sin cesar, persiguiendo todos los movimientos de esa visión que llegó con la primera luz.
Un golpe lo tumba boca abajo en la arena. La cámara rueda lejos, una bota implacable la machaca ante sus ojos. La voz amenazante grita  Qué haces, no tienes derecho…Vamos, Martina, vamos… Se incorpora dolorido, con la boca llena de arena. Un rayo de sol ilumina la soledad de la playa.

El hombre busca a Martina por las calles vacías del pueblo. Solo algunos paseantes madrugadores contestan a sus preguntas con extrañeza. No, nadie la ha visto.
El artista conserva en su retina el rostro de la mujer, pero teme a la corrosión del tiempo, al olvido. Su cámara murió, llevándose con ella la figura anhelada. Su trabajo le permite tener cada día ante su cámara bellas mujeres, que serán portada de revistas, icono de nuevos perfumes, modelos de la primavera. Al terminar su jornada, el fotógrafo inicia su búsqueda: ojos, pómulos, barbillas, labios… como los de Martina. Quiere reconstruirla para que sus rasgos no se borren jamás.

Han pasado años, las cartulinas se amontonan en su estudio. Pero no ha logrado rehacer a la mujer de blanco. Por eso decide volver al pueblito donde trató de capturar la aurora y la encontró a ella.
Tal vez esté allí…

Así que, todos los días baja a la playa con la primera luz. Camina por el embarcadero hacia la claridad naciente. Mira como las olas llegan hasta la orilla, la acarician y se marchan.
Hoy no traen a Martina con ellas.
Quizás mañana…








11 septiembre 2017

¡¡¡¡Buen lunes!!!!


Poco a poco vamos a ir reactivando este lugar de encuentro gracias a las Letras que nos unen. Empezamos con un hallazgo que nos ha hecho llegar nuestro amigo  Basi Jorquera. Si os gustan los microcuentos, los microrrelatos, los minicuentos, los hiperbreves... estamos seguros de que vais a disfrutar con las píldoras mágicas que podemos encontrar en:


http://trabalibros.com/microcuentos-literarios


¡Un microabrazo para todos!