29 mayo 2015

Cristina Perea, del Bazar de Letras de Barrio Peral, nos regaló este relato tomando como inspiración el cartel de La Mar de Músicas de este año, especial Chile:


Ibrahim, como siempre, estaba buscando en el vertedero cosas que pudieran servir bien para su casa bien para vender y sacar algún dinero, cuando de pronto observó algo que sobresalía en la basura, era como el mástil de un barco. Se fue acercando y para su sorpresa vio que se trataba de un instrumento musical pero al tirar de él, todavía se sorprendió más porque había otro enterrado. No sabía que era aquello, lo más extraño que había visto nunca, era como una mezcla entre guitarra, bandurria, laúd… ni idea de lo que pudiera ser. Se fue a casa con el hallazgo pensando en cómo sacarle partido y en esas estaba cuando su hijo cogió el extraño instrumento y empezó a tocarlo. Por un lado, canciones modernas y por el otro, canciones populares. Ibrahim se quedó boquiabierto. Poco a poco se fueron acercando los vecinos al escuchar tan gratas melodías. Se fue corriendo la voz  y pronto empezaron a lloverle ofertas para dar conciertos.

Y así, gracias a la banguerra, nombre con el que bautizaron al extraño instrumento, salieron de la pobreza.

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